A propósito del informe emitido por la FAO, en la cual aparecía Colombia con alerta por inasistencia alimentaria y que posteriormente fué retirado por presiones del Gobierno Nacional, el senador Alberto Castilla alerta de otras evidencias que permiten concluir que efectivamente el hambre en colombia es una realidad y su causa no es únicamente la Pandemia o la inflación.
El hambre en Colombia es una realidad. Más allá del retiro del país del mapa de la FAO de lugares con inseguridad alimentaria, el hambre asedia tanto el campo como la ciudad. Aunque el gobierno nacional destaque sus ayudas por la emergencia causada por el COVID-19, el hambre sigue siendo un tema importante, y no tan fácil de resolver. Es tan importante que las estadísticas oficiales siguen mostrando que las poblaciones en el campo y la ciudad siguen sufriendo de hambre. El DANE con su encuesta pulso social que se hace en 23 ciudades y sus áreas metropolitanas presenta un indicador en el cual más del 30% de la población consume menos de dos comidas al día[1], así mismo el Instituto Nacional de Salud-INS en su Boletín Epidemiológico de la semana 26 de 2021 sostiene que el 23,4% de los casos de desnutrición aguda se presentan en la ruralidad[2].
Esta situación fue agravada por la pandemia, pero no tiene su origen en ella. Ya el informe de FIAN-Colombia “Un país que se hunde en el hambre”[3] lo venía sustentando con los datos oficiales disponibles que tienen que ver tanto con la disponibilidad de recursos (como tierra, semillas, agua, entre otros) así como a la situación nutricional de la población colombiana que manifiesta problemáticas tanto por exceso como por defecto, en donde las comunidades más afectadas son principalmente rurales.
Ahora bien, como se decía antes, la pandemia agravó la situación de hambre. El Banco Mundial, en el informe “Hacia la construcción de una sociedad equitativa en Colombia” que destaca las múltiples facetas de la desigualdad en Colombia, sostiene que la pandemia “dejó a 2,8 millones de personas más sin poder cubrir las necesidades alimentarias básicas”[4].
El problema del hambre es una manifestación de que la distribución de los alimentos no es igual en un país como Colombia. Como destaca el gobierno nacional el país tiene un crecimiento económico en 2021 de 9.5% que se resalta en América Latina[5], sin embargo, esto no es suficiente dado que también hay una gran desigualdad de ingresos como se muestra en el coeficiente de GINI de 2020 que es de 0.54[6], es decir, la riqueza se concentra en pocas personas y familias, mientras que la pobreza afecta a la mayoría de la población.
A su vez el acceso a alimentos se ha visto afectado por la inflación. El incremento de los precios de los alimentos y bebidas fue del 17.23% según el DANE[7] en 2021, muy por encima de la inflación total (5,62%). Como también lo mencionan Diego Guevara y Carlos Suescun[8], las transferencias gubernamentales dadas a la población más pobre, cada mes podía comprar menos en 2021, o cuando se observa el incremento del salario mínimo para 2022 (10%) no cubre sino una parte del aumento del precio de los alimentos para 2021.
Como mencionan Guevara y Suescun[9], el acceso a los alimentos no solamente está afectado por la inflación. Es consecuencia principalmente de la política económica que ha definido el Estado que incluye: la importación de alimentos en los últimos 30 años, ya que ha pasado de 1,2 millones a 13,8 millones de toneladas importadas, citando estadísticas de Faostat, lo que deja la disponibilidad de estos alimentos dependiente de la depreciación del peso y por lo tanto, encarece los productos; la falta de inversión en el sector agropecuario para la producción de alimentos, dado que los recursos van principalmente para el sector exportador; así como, el hecho de que los recursos destinados desde el presupuesto nacional no van para la alimentación siendo el 0,61% del presupuesto entre 2012 y 2021.
La disponibilidad de alimentos para la nutrición en Colombia está dada principalmente por el trabajo diario de campesinos y campesinas. Sin embargo, el hambre se sigue presentando por la falta de: a) apoyo real que vaya más allá de créditos, o ayuda asistencial a algunos sectores, de tal forma que permita que la agricultura campesina pueda sostener su producción, este apoyo puede darse en subsidios o soporte en distribución y promoción de técnicas agroecológicas, campesinas y ancestrales que pueden ser ambientalmente sostenibles; b) la distribución de la producción para que llegue finalmente a todas las comunidades; c) el acceso a tierras individuales y colectivas, así como bienes naturales como agua, semillas, entre otros y d) la protección de los territorios que se encuentran en medio del conflicto armado y que pueden llevar a confinar poblaciones, a desplazar y despojar de tierras al campesinado y la pérdida de vidas. Es decir, proteger al campesinado como sujeto de especial condición sigue siendo una demanda necesaria y urgente para garantizar la vida y la alimentación del pueblo colombiano, así como ayudar a que el hambre deje de ser una realidad.
[1] DANE, Encuesta pulso social Diciembre de 2021 publicado enero 25 de 2022. Consultado el 2 de febrero de 2022 en https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/encuesta-pulso-social
[2] INS. Boletín Epidemiológico Semana. Semana 31 1-7 de agosto de 2021 consultado el 2 de febrero de 2022 en https://www.ins.gov.co/buscador-eventos/BoletinEpidemiologico/2021_Boletin_epidemiologico_semana_31.pdf
[3] FIAN-Colombia, Un país que se hunde en el hambre. Cuarto informe sobre la situación del derecho a la alimentación y nutrición adecuadas en Colombia /2021. Octubre 2021.
[4] Banco Mundial/Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento. “Hacia la construcción de una sociedad equitativa en Colombia”. 2021. Pág. 6 Consultado 7 de febrero de 2022 en https://documents1.worldbank.org/curated/en/602591635220506529/pdf/Main-Report.pdf
[5] Portafolio. Colombia, entre los países con mayor crecimiento en 2021, según Cepal. 12 de enero de 2022 consultado 2 de febrero de 2022 en https://www.portafolio.co/economia/finanzas/colombia-entre-paises-con-mas-crecimiento-economico-en-2021-560452
[6] Banco Mundial Op Cit
[7] DANE. IPC, principales resultados 2021. Publicado 5 de enero de 2022. Consultado el 7 de febrero de 2022 en https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/precios-y-costos/indice-de-precios-al-consumidor-ipc/ipc-historico
[8] Guevara, Diego. Suescún, Carlos. Efectos de la política económica sobre la alimentación en Colombia. Publicado en El Espectador Macroeconomía. El 5 de febrero de 2022, consultado el 7 de febrero de 2022 en https://www.elespectador.com/economia/macroeconomia/efectos-de-la-politica-economica-sobre-la-alimentacion-en-colombia/
[9] Guevara, Suescún. Op.Cit.
Foto de portada tomada de: Portafolio.com